II Encuentro de Escritores Centroamericanos de Literatura Infantil y Juvenil

Boletín Informativo sobre el II Encuentro de Escritores Centroamericanos de Literatura Infantil y Juvenil

El Encuentro sostenido durante 4 intensos días en la ciudad de Panamá y Penonomé tiene un especial significado. Nuestra región centroamericana tiene raíces comunes identificadas por algunos estudiosos como Mesoamérica. Lo que antes se definía como Centroamérica y Panamá, dejando a Panamá en una especie de limbo geográfico entre Centroamérica y Suramérica ha sido superado para ubicarnos como parte constitutiva del ISTMO CENTROAMERICANO, reconocido así por sus características comunes y por organizaciones políticas y económicas internacionales.

Sin ahondar en materia geográfica y política, pero sin desconocer nuestros orígenes comunes, los escritores asistentes a este Encuentro compartieron sus historias a través de la literatura infantil y juvenil.

En otras palabras, cada uno de los representantes de los 7 países, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Guatemala, Belice y Panamá, compartió sus orígenes, desarrollo, características, aspiraciones y frustraciones. Las dos intensas sesiones de trabajo sostenidas, dejaron una especie de efecto “deja vu” y al mismo tiempo un deseo de tejer esa trenza centroamericana que no acabamos de armar. Afloraron todos nuestros puntos en común, nuestros colores, ritmos, olores y sabores, pero también la nueva sangre centroamericana de escritores universales.

Los eventos que tuvieron lugar en las Universidades Columbus y Udelas fueron el abreboca académico. Una manera formal de presentarnos como países y como escritores individuales.

Pero considero que la segunda parte del evento que tuvo lugar en Penonomé donde los escritores participantes compartieron jornadas enteras, mesas redondas, feria de libros, visitas a escuelas rurales y sesiones de trabajo fue el verdadero corazón del Encuentro.  El tiempo pareció extenderse en Penonomé. Se habló de literatura infantil en todo momento. Desde el sencillo desayuno ofrecido por la Regional Universitaria hasta el momento de retirarse al hotel se habló de proyectos, logros,  carencias y sueños de escritores en nuestros respectivos países.

La sesión de trabajo fue intensa y muy bien conducida por la escritora guatemalteca Frieda Morales Barco. Cada país dio a conocer su visión de la literatura infantil y también sus expectativas del Encuentro. Hubo votación sobre la forma de llevar a cabo los proyectos que buscaban exponer la situación de la LIJ en Centroamérica, pero al final se dio el acuerdo.

Al día siguiente se presentaron las conclusiones de la mesa de trabajo y se designó a un escritor por país para exponer por su país. Tuve el honor de presentar mis conclusiones,  como pude, en cinco minutos resumiendo en tres puntos fundamentales: existe una literatura infantil y juvenil  panameña desde el inicio de la época republicana, que ésta se desarrolló en la pluma de algunos destacados escritores de gran talento, que en la década de los 70 surgen importantes esfuerzos organizativos como concursos, asociaciones, congresos, que hoy en día vivimos un resurgimiento de una nueva generación de jóvenes escritores e ilustradores que asegurarán el desarrollo de la LIJ.

De las intervenciones de los distintos delegados surgió una misma preocupación: la falta de visibilidad de una literatura infantil y juvenil centroamericana que está demostrando haber alcanzado un buen nivel de calidad.

 

El éxito de un evento como el II Encuentro se mide por sus resultados y la continuidad que tengan sus acuerdos.

En cuanto a sus resultados inmediatos puedo decir que se logró un provechoso intercambio de información, un mejor conocimiento  de la LIJ en cada uno de los países centroamericanos, la compenetración durante los cuatro días del Encuentro despertó un sentimiento de solidaridad  y un deseo que darnos a conocer no sólo como países independientes sino como región. Hemos conformado un buen equipo, por lo que estoy segura que nuestro proyecto se enfila por buenos derroteros.

Ahora debemos trabajar, y este fue el compromiso:   darle continuidad a los proyectos que tenemos por delante. La comunicación entre los representantes de cada país asistentes al Encuentro ha continuado gracias a la tecnología. Hoy estamos unidos todos en solidaridad con nuestros hermanos de Nicaragua y de Guatemala que pasan por momentos tan difíciles.

 

Irene de Delgado

Presidenta de APLIJ
Escritora por Panamá en el II ENCUENTRO

Compartir